sábado, 21 de mayo de 2011

En efecto, aunque de forma notablemente pretenciosa en algunos párrafos, estoy refiriéndome ―como ya se habrá colegido― a la icónica arteria de Camden: Euston Road la, antaño, New Road from Paddington to Islington (o, coloquialmente, New Road). Más que necesaria, imprescindible vía comercial, abierta (atravesando terrenos y poblaciones en el norte de Londres, en la zona de Battlebridge) a mediados del XVIII ―tras ser sancionada por una ley parlamentaria[1] cuyo fin último era conciliar posturas ante la oposición de algunos propietarios nobles (vid. infra) a los tratantes burgueses impulsores de su desarrollo― con objeto de encauzar el traslado, desde el oeste, de las manadas de ganado evitando, a residentes de otras zonas (como era el caso de Oxford Street) los estragos inherentes al constante tráfago animal hacia ese epítome del Londres suburbial victoriano: el insalubre, delictuoso y despiadado mercado de la carne de Smithfield[2].


[1] Pueden consultarse aspectos fundamentales del contenido de dicha ley en: Roberts, H.; Godfrey, W. H. (editors) Op. cit., pp.114-117. También disponible en la dirección: http://www.british-history.ac.uk/report.aspx?compid=65569.
[2] Se puede encontrar una extraordinaria y vívida descripción del «ambiente» reinante en torno al mercado en la magistral obra de Dickens, Oliver Twist. Asimismo, el propio escritor, vuelve a hacer referencia, algo más tarde, al mismo escenario en otro texto celebérrimo: Grandes Esperanzas. También hubo muchos que, en la prensa de la época, denunciaron el pandemónium entre soez y criminal de Smithfield como Andrew Wynter en un artículo publicado en la Quarterly Review (1854)

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